6.26.2004

Peter Parker

Algunas veces las cosas más extraordinarias tienen los comienzos más ordinarios. Peter Parker era un hombre casado, con una mujer que lo amaba y su trabajo no parecía que fuese jamás algo distinto a aquel de ser fotógrafo independiente de The Daily Bugle.

Pero a pesar de ser un hombre aparentemente normal, es desde su adolescencia un ser extraordinario, alguien que recibió un gran poder y una responsabilidad más grande aún. Peter Parker es SPIDER-MAN.

Cada día le es más difícil tratar de ocultar su calvicie. Más ahora que tiene alrededor de tres cabellos para cruzar de un lado a otro de su cabeza.

Después de salir de su habitación prepara el almuerzo para May, quien por cierto no se ha levantado de la cama por haber estado esperando a que su padre llegara del trabajo. Peter sube a su habitación, la despierta y le dice que el almuerzo está en la lonchera y que puede desayunar sugarflakes si tiene tiempo antes que llegue el bus.

Entre el correo que saca del buzón están sus papeles para el divorcio. Mary Jane se hartó de la vida de los suburbios que tanto se esforzó en lograr Peter y decidió dejarlo para trabajar como profesora de drama.

La vida no ha sido muy amable con el asombroso Spider-Man nunca. Su esposa consiguió al mejor abogado de Nueva York, Matthew Murdock. Al leer ese nombre en los papeles se arrepiente de todas aquellas veces que pensó que ella era una pelirroja estúpida.

Consiguió a “El Ciego” Murdock. Voy a terminar en la calle esta vez. Mary Jane la hizo bien. No podré demostrar que mi conducta no ha sido indebida si no justifico mis ausencias. Mary Jane sabe muy bien lo que pasaría si confieso que soy Spider-Man. Puede acusarme de lo que quiera y no podré decir nada al respecto.

Sabe que no revelaría mi identidad.


Peter entra al Daily Bugle, donde se desempeña desde hace cinco años en el cargo de Director de Diagramación. El director lo recomendó para el cargo por ser el fotógrafo que hubo logrado las portadas más simbólicas y vendidas del periódico.

El periódico es un lugar muy distinto del que solía ser desde la muerte del viejo J.J.. Siento no haber sido capaz de detener a Sandman, pero al mismo tiempo...¿dejé de evitarlo a propósito?

J. Jonah Jameson destrozaba mi vida como Peter Parker y como Spider-Man. Me pagaba una miseria para tomar fotos que usaba para desprestigiarme todo el tiempo. Y lo hacía para vender más periódicos. Tal vez fue por eso que dudé en salvarlo la última vez. Si hubiese saltado en cuanto vi que Sandman cubriría a Jameson, tal vez hubiese podido sacarlo antes que lo asfixiara.

Puedo ser tan responsable de su muerte como el propio Sandman... No debo pensar eso. Yo lo intenté, yo siempre intento salvar a todos.


Como le ha sucedido siempre a Peter Parker, la gente habla a sus espaldas en cuanto se pierde de vista. Algunos murmuran sobre las cicatrices en su rostro, mientras otros no se molestan en bajar la voz mientras se burlan de su impresionante calvicie y del hecho de que hoy llegó a la oficina con lentes oscuros.

En cuanto entra a su oficina se quita los lentes oscuros para ver las fotos que compiten por la portada. Tiene el ojo marcado por el golpe que le alcanzó a conectar William Connors durante su enfrentamiento la noche anterior.

William, acosado por las deudas y la inminente pérdida de su casa a manos de un banco, decidió reconstruir el suero de su padre y se transformó en un hombre lagarto para cobrar venganza por lo que el banco le estaba haciendo.

Impedí que matara al gerente del banco, lo encerré en The Vault, pero no solucioné nada. Su hija y su esposa serán sacadas de la casa por ese mismo banquero que salvé ayer. Y ese tipo de injusticias no puedo impedirlo.

Su hija tiene la misma edad de May. Su esposa está enferma. Connors quería salvarlas y ahora les causa mayores angustias de las que ya tenían. Nadie que sea encerrado en The Vault vuelve a las calles, a menos que se fugue... y puede que la próxima vez no sea Spider-Man el primero en encontrarlo.


-Sr. Parker, el director me encargó decirle que encendiera su televisión.

Doc Ock está destruyendo todo a su paso. Se fugó del transporte que lo llevaba a su apelación.

¿Por qué me pidió el jefe Urich que viese esto?¿Será posible que él sepa que soy SPIDER-MAN?

-Betty, voy a estar ocupado. Que nadie entre a mi oficina.

-Sí, Sr. Parker.

Peter Parker saca su traje del portafolios, se acomoda los protectores para las rodillas, se aprieta la faja para que se esconda la barriga que viene con la edad y se estira un poco para prepararse para lo que viene.

Sigue: Otto Octavius.

The Open List