2.11.2008

Victor von Doom

Los titulares de prensa no hablan de eso. Es en la página diez del Daily Bugle donde aparece en una pequeña columna la noticia.

LATVERIA LIBERADA POR HYDRA: Una nueva era para la joya de Europa Oriental.

El asiento del avión es incómodo y el niño junto a él le pega constantemente con su muñeco del Capitán América. Era clase turista o el riesgo de ser atrapado por algún agente de Hydra.

A esto hemos llegado. Los terroristas se hacen llamar a si mismos luchadores por la libertad y adquieren carta blanca para hacer lo que se les da la gana en Europa. Es un momento oscuro para el mundo. El primer paso para el fin del mundo.

-¿Podría decir a su niño que deje de molestarme?

-No lo está molestando, se está expresando. Estúpido europeo chovinista, no entiende que es libre porque América así lo quiere. Todos ustedes estarían hablando alemán si no fuese por nosotros.

Siente ganas de retirarse la máscara y apretar con sus propias manos el cuello delgado del infante hasta que haga "Glub", y desatar su furia contra la estúpida burguesa arribista que no es capaz de criar a su engendro, pero sabe que sería imprudente.

Cada hora en el avión es un calvario. La película del vuelo es una comedia de Goldie Hawn, la comida es una tortura a la que nunca sometió al más despreciable de sus reclusos, la azafata se niega a servirle licor porque está sentado junto a un niño.

Una hora y media después el niño se orina en la silla. Le calcula unos diez años.

-Disculpe, ¿no va a limpiar eso?

-Para eso están las azafatas. Igual siempre limpian todo entre un vuelo y otro.

-Faltan seis horas de vuelo.

La madre no contesta y el niño intenta violar su brazo con el pelvis plástico del Capitán América.
Los ronquidos del francés que está sentado frente a él hacen imposible que al menos reconcilie el sueño. A pesar de todo, hay un momento de felicidad para el doctor: el preadolescente dejó caer el escudo del Capitán en sus manos.

-Sanctum, Potest Ne Mater Tua Suere, Aer Fatum Feces Inritus.

Se sintió un poco culpable al usar un hechizo de su madre para maltratar a un pequeño niño, pero cuando comenzó a saltar sobre la silla, supo que había hecho lo correcto. Si no hubiese lanzado esa maldición en ese momento preciso, estaría teniendo que soportar las inmundas heces de este pequeño monstruo.

Algún día te salvaré del infierno madre mía. Su gratitud ante los sabios hechizos de su mamá casi lo hizo llorar. No lo hizo porque aprendió que era terrible para la máscara de acero, y para el maquillaje, pero lo sintió lo suficiente.

-Mamá, me siento mal.

-No te preocupes amor, ya no falta tanto para llegar.

-Mamá que me siento mal, perra, consígueme un médico.

-Espera un poco cariño.

-Jódete perra, búscame un doctor rápido o le digo a mi papá donde estuvimos.

-Cállate precioso.

Las horas pasaron mucho más rápido, y pronto el avión aterrizó sobre el JFK, en donde el sonido de las ruedas golpeando el suelo le recordó los sonidos del O Fortuna. Era posible que este viaje no fuese una desgracia.

Cuando salió, un grupo de manifestantes esperaba a la entrada, cargando letreros que decían "Latveria Libre" y "Regresa a tu país a enfrentar tu Ruina". Creyó reconocer a un hombre gordo de abrigo café que cargaba un letrero que decía "Tú no eres realmente un doctor", pero era imposible que ese sujeto estuviese libre, o incluso, vivo. Pensó que era imposible que alguien usara botas verdes en esta época, pero se negaba a pensar que fuese él. Los protestantes no lo reconocieron, pero seguramente estaban informados de que llegaría.

En la entrada, con un letrero que decía "Kristoff", lo esperaba el único amigo que le quedaba en el mundo.

-Hola Reed. Tiempo sin verte.

1.04.2008

Bruce Banner

El doctor Bruce Banner sufrió un terrible accidente que lo expuso a los rayos Gamma y lo convirtió en ¡HULK! Pero hoy, en los agitados años 90, no es más que un anciano dócil gracias a la medicina moderna.

Despierto por culpa del ruido que producen los obreros trabajando en el edificio de al lado. Me levanto y piso el suelo húmedo. Mi compañero de cuarto volvió a dañar el excusado. La enfermera me roba dinero de la billetera cuando tomo la ducha obligada con los demás ancianos, pero no me importa. Es otro día más de humillaciones en la casa de retiro. Un nuevo grupo de doctores me está realizando exámenes. No se toman la molestia de fingir que les importo. Hablan de la urgencia que tienen de tomar una muestra que les sirva antes de que muera.

Nada importa. Es muy poco lo que siento en estos días.

Dejo que me regresen a la cafetería, donde toda esa gente aburrida se queja día y noche de sus innumerables dolencias. Es porque no reciben las mismas pastillas que yo. Sé con certeza que no hay nada que me pueda alterar.

Ni el humo ni el fuego ni los gritos de los moribundos. No me alteran las lágrimas de Betty mientras muere abrazada a mí. Sus ojos azules me miran suplicando que la ayude a liberarse, pero no hay nada que pueda hacer. Nada que me otorgue fuerza para levantar el trozo de metal que la aprisiona. No puedo enfurecerme cuando los bomberos me sueltan de ella para sacarme de las llamas. No hago más que estar ahí para ella, completamente inútil.

Reconocí el cadaver y muchos agentes estuvieron junto a mí esa noche, solo por si acaso. Pero no había nada que pudiera pasar. Así como no ha pasado en todos los días que han transcurrido desde aquel fatídico día.

Desde el perdón del Congreso se vio obligado a colaborar con el gobierno. Las cosas estuvieron bien, hasta que llegaron los ochenta. Era una época para portarse bien. Al menos en público. Y el público que había celebrado su perdón exigió mediante muchos comités que debía desaparecer. En particular la campaña del Daily Bugle fue implacable y solo se detuvo cuando lo encerraron en The Vault. Y la dirigió Peter Parker. Esa parte de Banner que hablaba con monosílabos tenía uno o dos planes respecto a él.

Las pastillas aparecieron mientras estuvo en The Vault. Betty le dijo que era la mejor opción, todo era preferible a la muerte según ella. Para Bruce y para Hulk no había nada que fuese tan malo como estar sin ella. Pensaba, al recordar todos esos años que pasaron, que mientras ella estuvo a su lado, no necesitó realmente las pastillas. Pero nunca pudo decirle eso a Betty.


Extraño su presencia. Pero no sé que hacer al respecto. Solo puedo sentarme en mi cama sencilla a imaginarla. Y eso requiere de todo mi esfuerzo. Recuerdo su cabello y los trajes. Le gustaban mucho los trajes. Olía bien. Siempre olía bien. Tenía casi sesenta años y olía bien. Ninguna mujer huele así a esa edad. Pero no pude decírselo. No pude decirle nada de lo que sentía por ella estos últimos años. No podía hacerlo. No podría si estuviera aquí ahora.

Nunca han permitido que el doctor Samson lo vea de nuevo. Nunca estuvo muy de acuerdo con la decisión del gobierno de encerrarlo. Él decía que podía curarse. Fue una de las personas a las que Hulk llamó "Insignificante Humano" demasiadas veces. Sobre todo cuando llegaba la hora de hablar de su padre. Una parte de Bruce sabía que lo dejaba salir a flote muy fácil muchas veces. Ya no había a quién explicarle la sensación de libertad y alegría que le daba el dejar que Hulk se hiciese cargo de todo. Que sus puños hablaran por él por un instante y que el mundo se abriera paso ante él. Ser un niño otra vez, libre de responsabilidades.

El bus en el que murió Betty Ross fue atropellado por un camión de seguridad robado que huía a toda velocidad en sentido contrario. El impacto sacudió al doctor Banner de su asiento, arrojando su cuerpo a la parte posterior del bus, fracturando varias costillas que a su edad no se volverán a soldar. El humo y los gritos lo despertaron de su aturdimiento, pero su mente dopada no podía sentir la angustia que le hubiese ayudado a buscar a su esposa, cuyo cuerpo estaba parcialmente aplastado por la silla en la que poco tiempo antes estaba sentada. Ella sólo deseaba que el se acercara antes de morir.

Este bus en el que el doctor Banner partía rumbo al cementerio es exactamente igual al del accidente.



Ni siquiera por eso puedo reaccionar. Mi memoria no olvida los detalles, pero no sé que puedo hacer al respecto. Llorar no parece ser una opción. Se sentiría extraño y no estoy muy seguro de poder hacerlo. Mi beeper suena para recordarme que debo tomar las pastillas otra vez. Pero ya voy a llegar, así que prefiero esperar un momento.

No estás aquí. Sé que no lo estás y no puedo culparte. Pero mi mundo sería mejor si estuvieses aquí. Evitarías lo que estoy a punto de hacer. Me salvarías de mí mismo, como siempre. Serías el ángel cuya voz calmaría a la bestia. Nunca he amado a nadie más. Y él tampoco. No va a estar feliz cuando sepa que no estás aquí. Todo lo que soy, cada pequeña faceta de mí te ama con locura.

Pero no estás aquí y no quiero estar en un mundo sin ti. Te amo.

Del ojo izquierdo de Bruce surgió una lágrima que escurrió por su mejilla, mientras en algún lugar de su cabeza Hulk gritaba con furia y dolor, esa misma furia que él no podía dejar salir, ni siquiera ahora, cuando deseaba llorar desconsolado. Antes podía dejarlo salir con solo enfurecer, pero ahora no podía hacerlo, no sabía como lograr sentir rabia. Tardó bastante en darse cuenta de la presencia de esa lágrima que había salido por voluntad propia.

Su beeper interrumpió la corta conversación consigo mismo. Le recordaban que tomase las pastillas.

Rompió el beeper con solo apretarlo, dejó las pastillas sobre la lápida y respiró profundamente un par de veces antes de comenzar a caminar. Hulk regresaría en cualquier momento ahora. Eso sí que podía sentirlo.


10.21.2004

May Parker

Padre,

escribo esto, porque en los días que vienen escucharás cosas que prefiero que sepas a través de mí, en mis palabras, no en las de todas esas personas que llegarán de mi escuela.

No soy normal, no sé que tan enterado estés de esto, pero no soy como otras personas. Paso mis días aislada, tratando de esconder todo lo que soy, protagonizando una farsa cada día que estoy tras las paredes de la escuela, caminando y hablando como si fuese una de ellos.

Vivo junto a ellos, sabiendo que soy mucho más de lo que ellos podrían soñar ser. Los veo como fraudes, con sus conversaciones ridículas y creyendo que el mundo se reduce a cosas de chicas y chicos, rumores y sexo.

Conozco un mundo distinto, lugares que muchos de ellos jamás llegarán a ver, sensaciones que ignoran que puedan existir. Y una fuerza que tal vez es fortalecida por el secreto.

Me muevo a un ritmo distinto, corro peligro, armo telarañas por doquier, cambio mi voz y proyecto una imagen radicalmente distinta a la que conocen de mí.

Pero cada día es más difícil, siento que mi forma de moverme o de pensar me delatarán, que alguien entenderá la causa de mis ausencias. Hay madrugadas que despierto de pesadillas donde quedo expuesta al juicio de los extraños.

Mañana llegará una notificación de la escuela. Tendrás que ir, te contarán todo esto que ha pasado, te dirán "lamentamos informarle" y continuarán hablando por mucho rato, rodeando la razón de mi expulsión, te hablarán de mi comportamiento errático, tratando de evitar usar la única palabra que puede identificarme.

Lesbiana.

7.10.2004

Flash Thompson

-¿Parker?¡Hey, soy yo, Flash!¡Hey Parker!

Peter Parker pretende no escuchar nada, con la esperanza de evitar encontrarse con Flash Thompson. No es que Thompson sea alguien molesto, solo que tiene una manera de ser él mismo que le molesta demasiado. Pero al igual que en muchas otras ocasiones, y para su desgracia, Flash Thompson es muy, pero muy insistente. Dándose por vencido, termina devolviendo el saludo, seguro de que ahora no se lo quitaría de encima por el resto de la tarde. Flash Thompson era ese tipo de persona.

-Llevo mucho tiempo sin verte Peter, la ciudad ha cambiado, incluso tú has cambiado, debilucho. ¿Tienes tiempo para tomarte una cerveza?

La pregunta, sin lugar a dudas sonaba como una afirmación. Desde que lo conocía (y lo detestaba), siempre usaba ese tono de voz, que resultaba intimidante sin recurrir ni siquiera de manera velada a las amenazas. Y acto seguido, le puso una mano en el hombro y lo llevó hasta el bar más cercano, uno en que había televisores grandes donde siempre veían Football, el tipo de lugar al que Flash pertenecía y en el que Peter no se sentía cómodo.

Hablaron mucho, bueno, Flash habló demasiado, y le relató todo lo que había visto desde que se fue de Nueva York y, de vez en cuando, interrumpía para preguntarle cosas a Peter sobre su vida, quien solía responder en frases cortas. Cuando le dijo a Flash de su divorcio, éste le miró y con un gesto satisfecho, como el de las personas sabias y con experiencia, acercó otra cerveza a Peter, mientras preparó lo que decía a continuación.

-Es mejor así, nunca me cayó bien esa zorra. Deberías volver con esta chica de la Universidad, Gwen Stacy. Ella me caía muy bien, a pesar de ser una nerd. ¿Qué ha sido de ella?

-Está muerta. La mató Norman... Green Goblin.

Flash quedó algo pálido después de escuchar eso y se calló. Quería que lo tragara la tierra, o que apareciera Galactus o que los Cowboys de Dallas anotaran un gol. En cambio, todo se mantuvo exactamente igual y no sabía que hacer para que lo que acababa de decir fuese olvidado.

Con gran dificultad, miró a Peter a los ojos y tartamudeó mientras ordenaba las ideas para decir algo que no había dicho muchas veces en su vida.

-En verdad lo siento Peter, fue imprudente de mi parte decir eso.

Bebió el contenido de su botella de cerveza de una sola pasada y miró hacia la pantalla del bar.

-Fue especial encontrarte hoy, Parker. Me acordé de ti esta mañana cuando acompañé a mi hija a inscribirse en la universidad. El caso es que al verla a ella, con sus lentes y la expresión de angustia por los resultados del examen de admisión, me acordé de todo lo que me burlaba de ti en la secundaria, cuando te veías como en ese momento se veía mi hija.

-¿Entonces tienes una hija nerd?

Flash le dirigió una mirada que al mismo tiempo le hizo callarse y desviar su mirada hacia la televisión.

-Y después, cuando fundé el club de fans de Spider-man, no entendí por qué no eras fanático de él, después de todo, salvaba personas y detenía criminales, te creía un idiota por no notar lo asombroso que era Spider-Man. No entendía en esa época que había cosas de las que Spider-Man no te podía salvar, como el estar huérfano, sentirte solo, que tu tía fuese víctima de una enfermedad o tener que trabajar para poder pagar por tus estudios. Al final, Spider-Man solo sirve para evitar que mueras, no para salvarte realmente. Y ese es el problema de todos los fenómenos enmascarados del país, existen para evitar que mueras destrozado a manos de otro de ellos, no para evitar una guerra o hacer un mundo mejor. En fin, quería disculparme por todo lo que te hice cuando éramos adolescentes. Aunque creo que te desquitaste de mucho de lo que te hice cuando me venciste en aquella pelea en la escuela. Ahora entiendo por qué no podías ser fanático de él. Son solo seres humanos, con sus intereses, deseos y sus conflictos. Spider-Man por ejemplo. Debe tener por lo menos 70 años y se niega a dejar de balancearse por los edificios con la esperanza de evitar un robo. Pero debe hacerlo por algún complejo como el que llaman de Peter Pan, intentando despreciar el paso del tiempo.

-Pero alguien debe detener el crimen, ¿qué pasaría si no lo hiciese Spider-Man?

-Alguno de los nuevos héroes. Abundan en esta ciudad, todos buscando un criminal que detener en Central Park, ansiosos de golpear criminales y de sentir que son increíbles luchadores contra el crimen. Eso sí, nunca en los barrios de negros, asiáticos, mutantes o latinos. Excepto Daredevil, después de todo, él es el hombre sin miedo.

-Entonces crees que Spider-Man debe retirarse.

-Sí, sería bueno que se lo dijeras cuando lo encontraras. Después de todo, eras el que tomaba sus fotos.

Quedó con la impresión de que Flash podía haberse dedicado a descubrir la identidad de su ídolo de juventud. Después de un rato, la atención de Flash se centró en el partido. Los Cowboys perdieron.

-Bueno, es hora de irme, ya Sha-Shan debe haber terminado de hacer las compras para el dormitorio de nuestra hija. Tengo que ayudarle a cargar las cosas.

-Está bien, ya debería irme de aquí también. Necesito conseguir un buen abogado para el divorcio.

-Puedes hablar con Liz, ahora que dirige Oscorp debe saber mucho de abogados. Matt Murdock no es el único buen abogado de Nueva York.

-Lo pensaré, no hablo con ella desde el suicidio de Harry. Dame tu teléfono para volvernos a encontrar. Perdona, pero, no sé como te llamas, siempre te he conocido como Flash.

-Ben, me llamo Ben, debilucho. Que no se te olvide.

Sigue: May Parker.

7.01.2004

Otto Octavius

He sido derrotado otra vez. Siempre es lo mismo, totalmente predecible. Pero esta vez ni siquiera he tenido oportunidad de golpearlo. Estoy bañado en telaraña y todo mi cuerpo está pegado al suelo de la azotea de un edificio de Manhattan.

-No puedes dejarme aquí. ¿Qué te asegura que yo no pueda escapar de aquí antes que llegue la policía como lo he hecho antes?

Se quedó callado. Sabe que soy demasiado viejo y débil para escapar, pero no querrá hacerme sentir mal.

-¿No hay chiste? Vamos, di algo sobre lo viejo y ciego que estoy.

No sería él si se burlara de los viejos, porque entraría en un monólogo interno extenso y melodramático como el que tenía en medio de nuestros combates. Es desmoralizante estar en una pelea con alguien que no está ahí.

-¿Qué hacemos mientras tanto? La policía se demorará un poco.

-Podrías alcanzarme mi medicina, ya va siendo hora de tomarla.

Trato de soltar un brazo mecánico de la telaraña, para después golpearlo a traición y huir de aquí antes que Spidey despierte, pero por culpa del esfuerzo se me escapa un poco de orina. El trepamuros saca un grupo de frascos que están en el bolsillo de mi pantalón y me pregunta cuál tengo que tomar ahora.

-Betaminol 16.

Veo que se acerca al rostro cada uno de los frascos, pero no puede identificar cual es.

-El frasco que tiene tapa roja.

Me entrega el frasco y me doy cuenta que me da la espalda otra vez. Lo único que tengo que hacer es presionar el botón para que el brazo mecánico de arriba a la izquierda pueda accionar el mecanismo de navajas.

-¿Por qué sigue haciendo esto, Doc?¿No le parece que está demasiado viejo para andar atormentando gente por las calles sin ninguna razón particular?

-Tenía que escaparme antes de la apelación.

-¿Por qué?

-Porque soy un científico loco de 90 años que quiere dominar al mundo.

Trato de reírme malévolamente, pero me da un acceso de tos. Ya no es tan fácil hacerlo, me duele el estómago cuando me río así.

-Tal vez porque a nadie parece importarle que tenga doctorados de física, ingenierías electrónica, mecánica y eléctrica. Porque yo sí tengo un título de doctor para usar antes de mi nombre, no como ese europeo pretencioso de Latveria. O tal vez porque soy un viejo que ya no se preocupa por hacer el ridículo en público.

Terminamos en un silencio algo incómodo, como si estuviéramos librando una discusión sin palabras. Siento que estoy perdiendo.

-¿Y tú por qué lo haces?

-Al parecer es porque tuve una gran facilidad para hacerme de enemigos deformes, sin ofender.

-No te preocupes, no me ofendo. Después de todo, soy viejo y sabio, a diferencia tuya, Peter.

-Habla más bajo, alguien podría escucharte.

-¿Quién?¿Hay alguna enemigo tuyo en todo Manhattan que no sepa quién eres?

Sabe que tengo razón, conocí alguna vez a un ebrio de apellido Brock que llegó a uno de los clubes nocturnos que frecuentaba gritando que Peter Parker era Spider-Man. Era un pobre diablo sin poderes que fue sacado del bar de inmediato, pero lo recuerdo todavía. Después de todo lo maté con mis propias manos.

-Vi al chico Connors entrando a The Vault ayer en la noche. ¿Lo capturaste?

-Sí.

-Gracias a Dios nunca tuve hijos, tendría muchas preocupaciones.

-¿Y la asistente?

-Bueno, he tenido imitadores, pero no es lo mismo. No es lo mismo si no es familia.

Suspendemos la discusión cuando se aproxima el ruido de las sirenas de policía. Pero no puedo evitar recordar que hay cosas que quedan por preguntar, después de todo no hay nadie que pueda conocerlo como yo. Durante un tiempo creí que era porque nuestro conflicto era generacional, algo así como la imagen de un padre que perdió o porque temía volverse como yo.

-¿Es cierto lo que dijo Sandman de ti? Dijo que dejaste que matara a J. Jonah Jameson.

-No lo sé.

El trepamuros apuntó su brazo al edificio del frente y se alejó arrojando telarañas de un lado a otro, como lo había hecho tantas veces antes. En cuanto desaparece, activo el mecanismo de navajas en mi brazo con la esperanza de romper a tiempo las telarañas.

Entonces es cierto.

Sigue: Flash Thompson.

6.26.2004

Peter Parker

Algunas veces las cosas más extraordinarias tienen los comienzos más ordinarios. Peter Parker era un hombre casado, con una mujer que lo amaba y su trabajo no parecía que fuese jamás algo distinto a aquel de ser fotógrafo independiente de The Daily Bugle.

Pero a pesar de ser un hombre aparentemente normal, es desde su adolescencia un ser extraordinario, alguien que recibió un gran poder y una responsabilidad más grande aún. Peter Parker es SPIDER-MAN.

Cada día le es más difícil tratar de ocultar su calvicie. Más ahora que tiene alrededor de tres cabellos para cruzar de un lado a otro de su cabeza.

Después de salir de su habitación prepara el almuerzo para May, quien por cierto no se ha levantado de la cama por haber estado esperando a que su padre llegara del trabajo. Peter sube a su habitación, la despierta y le dice que el almuerzo está en la lonchera y que puede desayunar sugarflakes si tiene tiempo antes que llegue el bus.

Entre el correo que saca del buzón están sus papeles para el divorcio. Mary Jane se hartó de la vida de los suburbios que tanto se esforzó en lograr Peter y decidió dejarlo para trabajar como profesora de drama.

La vida no ha sido muy amable con el asombroso Spider-Man nunca. Su esposa consiguió al mejor abogado de Nueva York, Matthew Murdock. Al leer ese nombre en los papeles se arrepiente de todas aquellas veces que pensó que ella era una pelirroja estúpida.

Consiguió a “El Ciego” Murdock. Voy a terminar en la calle esta vez. Mary Jane la hizo bien. No podré demostrar que mi conducta no ha sido indebida si no justifico mis ausencias. Mary Jane sabe muy bien lo que pasaría si confieso que soy Spider-Man. Puede acusarme de lo que quiera y no podré decir nada al respecto.

Sabe que no revelaría mi identidad.


Peter entra al Daily Bugle, donde se desempeña desde hace cinco años en el cargo de Director de Diagramación. El director lo recomendó para el cargo por ser el fotógrafo que hubo logrado las portadas más simbólicas y vendidas del periódico.

El periódico es un lugar muy distinto del que solía ser desde la muerte del viejo J.J.. Siento no haber sido capaz de detener a Sandman, pero al mismo tiempo...¿dejé de evitarlo a propósito?

J. Jonah Jameson destrozaba mi vida como Peter Parker y como Spider-Man. Me pagaba una miseria para tomar fotos que usaba para desprestigiarme todo el tiempo. Y lo hacía para vender más periódicos. Tal vez fue por eso que dudé en salvarlo la última vez. Si hubiese saltado en cuanto vi que Sandman cubriría a Jameson, tal vez hubiese podido sacarlo antes que lo asfixiara.

Puedo ser tan responsable de su muerte como el propio Sandman... No debo pensar eso. Yo lo intenté, yo siempre intento salvar a todos.


Como le ha sucedido siempre a Peter Parker, la gente habla a sus espaldas en cuanto se pierde de vista. Algunos murmuran sobre las cicatrices en su rostro, mientras otros no se molestan en bajar la voz mientras se burlan de su impresionante calvicie y del hecho de que hoy llegó a la oficina con lentes oscuros.

En cuanto entra a su oficina se quita los lentes oscuros para ver las fotos que compiten por la portada. Tiene el ojo marcado por el golpe que le alcanzó a conectar William Connors durante su enfrentamiento la noche anterior.

William, acosado por las deudas y la inminente pérdida de su casa a manos de un banco, decidió reconstruir el suero de su padre y se transformó en un hombre lagarto para cobrar venganza por lo que el banco le estaba haciendo.

Impedí que matara al gerente del banco, lo encerré en The Vault, pero no solucioné nada. Su hija y su esposa serán sacadas de la casa por ese mismo banquero que salvé ayer. Y ese tipo de injusticias no puedo impedirlo.

Su hija tiene la misma edad de May. Su esposa está enferma. Connors quería salvarlas y ahora les causa mayores angustias de las que ya tenían. Nadie que sea encerrado en The Vault vuelve a las calles, a menos que se fugue... y puede que la próxima vez no sea Spider-Man el primero en encontrarlo.


-Sr. Parker, el director me encargó decirle que encendiera su televisión.

Doc Ock está destruyendo todo a su paso. Se fugó del transporte que lo llevaba a su apelación.

¿Por qué me pidió el jefe Urich que viese esto?¿Será posible que él sepa que soy SPIDER-MAN?

-Betty, voy a estar ocupado. Que nadie entre a mi oficina.

-Sí, Sr. Parker.

Peter Parker saca su traje del portafolios, se acomoda los protectores para las rodillas, se aprieta la faja para que se esconda la barriga que viene con la edad y se estira un poco para prepararse para lo que viene.

Sigue: Otto Octavius.

6.25.2004

Prólogo

El concepto de Marvel Comics (o Timely en su momento) cambió el rumbo del género, al incluir cosas como el desarrollo de personajes, los héroes con intereses egoístas y... (gulp) la continuidad.

La continuidad ha sido un dolor de cabeza con el paso del tiempo. La intención de Stan Lee y Jack Kirby era hacerlos más reales (a diferencia de DC Comics, los personajes de Marvel no existieron en ciudades ficticias como Gotham o Metropolis, sino en Nueva York) y darles problemas cotidianos (como la inestabilidad emocional de Peter Parker o el desalojo de los Cuatro Fantásticos). El problema es que a pesar de tratar de hacerlos más reales, sus personajes se convirtieron en Iconos, lo que hacía difícil mantener la continuidad planteada en un comienzo.

Y aparecieron los Crossovers.

La pesadilla de finales de los 80's y casi todos los 90, fueron los crossovers. Grandes sagas que involucraban a todos los personajes y alteraban al mismo tejido de la realidad. Los ejemplos son muchos: Saga de Phoenix, Onslaught, AoA, la de los clones de Spidey, el Infinity Gauntlet, Masacre Mutante y Las Guerras Secretas. Todavía hay gente que trata de olvidar la de los clones...

La continuidad se afectó notablemente, porque los personajes que morían fueron resucitados por la insistencia de algunos fanáticos, todos hacían viajes en el tiempo y porque en algunos casos, para darles nueva vida a los personajes, se terminaba rejuveneciéndolos o cambiando sus diseños.

Es mi intención olvidarme de todo eso.

Estas historias cortas son para mostrar lo que hubiese pasado si la continuidad hubiese sido una línea recta, con personajes que hubiesen madurado y cambiado gradualmente.

Todo se desarrolla en 1992, treinta años después de la primera aparición de Spider-Man. Voy a ignorar los eventos de todos los crossovers, excepto la Saga de Phoenix, y además de eso, voy a ignorar las resurrecciones de personajes. Esto es el futuro pasado.

Espero que disfruten de mi interpretación de lo que sucedió realmente con el Universo Marvel después de 30 años.

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